Un debate: la conservación del Berliner Stadtschloss, Berlín (Alemania)
Un debate: la conservación del Berliner Stadtschloss, Berlín (Alemania)
El Berliner Stadtschloss fue posiblemente el edificio administrativo más importante de Prusia. Desde el siglo XVIII hasta la caída del Imperio Alemán al final de la Primera Guerra Mundial fue también la residencia principal de la familia Hohenzollern. En 1538 comenzaron las obras de demolición del castillo medieval original, que sería sustituido por un palacio diseñado por el arquitecto Andreas Schlüter, responsable de la disposición general. Tras la coronación de Fernando I de Prusia en 1701, se convirtió en residencia real. En 1845 el palacio adquirió sus características más modernas, con la adición de una gran cúpula sobre el portal. En la Segunda Guerra Mundial sufrió daños casi hasta la destrucción total, y sólo sobrevivieron algunas ruinas. Posteriormente, Walter Ulbricht, principal dirigente de la República Democrática Alemana (RDA), decidió demolerlo por completo en 1950, por considerarlo un emblema prusiano que debía ser borrado. En 1976, en plena Guerra Fría, Eric Honecker inauguró el Palacio de la República, un moderno edificio que ocupaba el emplazamiento del Palacio Real. Este edificio, con ventanas de espejo de bronce, se convirtió en la sede del Parlamento de la RDA. Tras la reunificación alemana en 1990 y la caída del Muro de Berlín se puso en marcha el proyecto del Foro Humboldt, cuyo objetivo era reconstruir el edificio tras demoler el Palacio de la República. La demolición y posterior reconstrucción del edificio preliminar comenzó en 2006 con el fin de albergar un gran centro cultural. Este proyecto detallaba la creación del "Foro Humboldt", en homenaje a Alexander von Humboldt. El edificio, con fachadas que eran una réplica exacta de las originales, debía albergar un hotel de lujo, salas de exposiciones temporales para los museos berlineses y una estación de metro. A partir de 2013, se puso en marcha un programa de reconstrucción que pretendía, de forma bastante controvertida, seguir el estilo original del Palacio Real de Berlín restaurando su presencia urbana y su skyline barroco. Las tres fachadas exteriores siguieron los planos del arquitecto italiano Franco Stella. Sin embargo, la cuarta fachada, que da al Spree, incorpora formas contemporáneas, suscitando un debate sobre la relación entre el programa establecido y la memoria histórica en un edificio monumental con un pasado tumultuoso.
EJERCICIO: ANÁLISIS DEL CASO
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