Rethink Heritage

PRINCIPIOS

El primer refugio humano fue sin duda una cueva. Al principio, era una cueva natural, en la que había protección natural por cinco lados para una seguridad pasiva. El sexto lado, el frontal, se dejaba al cabeza de familia y esta protección era activa, con los brazos y armas sencillas. Una cueva es un refugio natural, mientras que una choza debía ser construida por el propio hombre primitivo (Oliver 2006). El uso del cerebro, en lugar de la fuerza física, llegó más tarde, con el fuego. 

El fuego no fue un invento del hombre primitivo. La naturaleza lo envió con rayos, pero, para su uso, fueron necesarios cambios en el cerebro del hombre. Se eliminó el miedo y se introdujo el fuego doméstico y artesanal en la vida cotidiana. Mientras el miedo persistía en los animales, el hombre utilizaba el fuego para cocinar, hornear, iluminar y protegerse (Egenter 1992).

En teoría, el fuego también muestra el desarrollo social de la sociedad. Funciona de forma circular, alrededor del centro, con efectos decrecientes con la distancia - en calor, luz y protección. Pero también tiene varios problemas: en el centro hace demasiado calor, es peligroso por el riesgo de quemaduras, y el calor sólo funciona de frente, en la parte de atrás hace frío y da sombra. Un fuego más grande significa mayor efecto, pero también mayor peligro y ésta es la razón de la cuidadosa construcción de una chimenea, además de su uso práctico.

La correcta relación entre los distintos elementos de la arquitectura es independiente del tamaño o la complejidad de un proyecto de construcción: es tan esencial para las estructuras sencillas como para las complejas (Lehner 2016).

El principio de una casa  primitiva parte de un fuego, con todas sus características técnicas -centro y radiación-, que conduce a la forma geométrica más simple: un círculo. Un círculo se entiende como un lugar geométrico de puntos con la misma distancia desde el centro. Es al mismo tiempo el principio de una sociedad con una cabeza central y la igualdad de todos los miembros (Egenter 1992). El esquema de la sociedad griega clásica sigue la construcción esquelética de la cabaña unicelular, con el fuego en el centro y una planta circular. Este es el principio de la organización del Estado de Platón.

En teoría, una casa tiene tres partes: los cimientos como conexión entre el suelo y el cuerpo, el cuerpo formado por los muros, que organizan las actividades de los usuarios, y el tejado, que protege de las inclemencias del tiempo.

EJECUCIÓN

La cabaña primitiva es el resultado del potencial físico y mental del hombre ancestral, que muestra una composición compleja, que combina sus necesidades, posibilidades, circunstancias naturales con su habilidad para aparejar todos estos elementos. El fuego, como existencia física, muestra tanto el esquema mental de la sociedad como la ejecución técnica en la creación de la forma de una cabaña. Esto puede entenderse como la forma técnica en planta y como el esquema en su sección transversal. 

La piedra tiene una vida útil claramente más larga que las construcciones de madera. Es imposible escribir sobre la historia de la arquitectura en su desarrollo cronológico (Lehner 2016).

La construcción de una cabaña comienza como la protección de su contenido, en primer lugar, contra el fuego, las personas y los animales. Una cabaña  primitiva se construye como un esqueleto cuando se dispone de madera, y por aproximación de hiladas en voladizo, cuando se dispone de piedra (Juvanec 2013). No tenemos información sobre el techo de las viviendas en cuevas excavadas en la tierra.

En Irlanda, se pueden encontrar construcciones circulares de madera a modo de empalizada con esqueleto como el "crannog" (en Escocia "crannag"). La planta circular de estas islas artificiales está cubierta por vigas de madera, techadas con paja y datan del cuarto milenio antes de Cristo. 

En la frontera de Yemen con Arabia Saudí, se pueden encontrar construcciones circulares más pequeñas por aproximación de hiladas en voladizo a modo de tumbas; los arqueólogos las han datado en el V milenio a.C. (Steimer 2001). El nuraghe, como arquitectura de torre circular en Cerdeña, también en tres plantas, aparece en el segundo milenio a.C. Los refugios de piedra, utilizados como arquitectura de trashumancia, son bien conocidos desde mediados del siglo XVI, y el tipi, una tienda cónica portátil, hecha de pieles o lona sobre un armazón de postes, utilizada por los indios en Norteamérica es dos siglos más joven. El uso de elementos más largos -piedras o troncos más largos, construidos en sentido longitudinal- transformó el círculo en cuadrado y, finalmente, en rectángulo.

Un hogar primitivo tenía un hogar en medio de la habitación, un fuego abierto. El siguiente paso consistió en elevar el hogar del suelo a una altura más conveniente, pero el fuego seguía abierto, desagradable y peligroso para la salud. Cambiar la posición del centro de la habitación a una pared lateral fue el siguiente paso. Construir una estufa significaba hacer una chimenea controlada, encerrada entre paredes, vigilada en la entrada. Por último, la entrada del hogar se trasladó a un vestíbulo, creando una sala de estar diáfana e higiénica.

La casa vernácula apareció con este salón con estufa, una antecámara como cocina y conexión desde la entrada principal a la trasera, con otras habitaciones añadidas como dormitorios. En otras plantas también se añadieron zonas adicionales como almacenes, graneros, bodegas y, más tarde, establos.